
Una y una dos
dos y dos son tres.
El pobre burrito
contaba al revés.
-¡No se lo sabe!
-¡Si me lo se!
-Usted nunca estudia, ¡dígame por qué!
-Cuando llego a casa no puedo estudiar,
mi amo es muy pobre ¡hay que trabajar!
trabajo en la noria todo el santo día...
¡No me llame burro profesora mía!
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