domingo, 30 de diciembre de 2007

¡La verdad!



¿Qué verdad es la verdad más infinita de las cosas?

Esa verdad intangible que se busca en horizontes

rojos y perdidos en el rincón de todos los sitios,

o de algunos que lucen mucho antes de ser vistos.

Es el lugar aspirado por la sombra última.

Es la conquista suprema de las cosas soñadoras,

la religión discutible y buscadora de lo eterno.

Cualquier perseguidor es perseguido en los intentos.

Cualquier mitigador es arrastrado y condenado casi

tanto y tan lejos como sus celosos secretos.

¿A dónde se mira al vislumbrar su hermosura radical?

¿qué es lo que suena en sus tonos azules y claros…?

Y sabes que no la tocarás, ni te tocará, porque es de la

dimensión abstracta, de la realidad del ojo confundido

y del oído imperfecto.


Madrid 30/01/2005

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