domingo, 30 de diciembre de 2007

Elegía


A Juan Diego Aguilera Gómez



( A esta tarde triste y fría

no quisiera haber llegado.

A este dolor en el pecho

que me aprieta y que me amarga…

A este silencioso cuarto)


Solamente palabras me acompañan,

solamente recuerdos me alimentan.

Me hundo en este lecho donde escribo

lo que nunca debía haber sido…

lo que siempre se espera muy lejano.

¿Cómo se huye de estas lágrimas vanas?

¿Cómo curar tus heridas abiertas

que me queman el alma, que me queman?

¡Solamente palabras me acompañan!

¡Solamente el recuerdo me alimenta!

Increpo el sacrificio y tu coraje

y a los celos que hoy la vida te reprocha.

¡Devuélveme la música de tus manos!

Quiero oírte cantar de nuevo al viento

desenterrando nuestros sueños que hoy me apenan,

desmembrando tu tesoro en mis entrañas.

Tengo fuego en la garganta que te grita

con la pasión suprema de un hermano.

He de sufrir tu muerte en este día

Y clamo desde el silencio por tu nombre



Enrique Adrados Maestre Madrid, 2 de noviembre de 2004

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