viernes, 26 de septiembre de 2008



Su cabellera la tengo al aire,

sus ojos en mis espejos.

He cantado por caminos
con la boca abierta al cielo,
gimiendo, desconsolando,
su secreto descubierto.

¡Cómo canta tu jilguero
romances de antiguos sueños!.

Ella quiere ser de plata,
y ya de oro son sus besos.



Enrique Adrados. H
amburg, 26 de septiembre de 2008