domingo, 30 de diciembre de 2007

Recuerdo



( a mi abuelo)

Recuerdos de otros tiempos

que fuisteis míos,

hoy son recuerdos…


Madera vieja, techos altos

encalados,

azoteas soleadas y herramientas de

orfebre con herrumbre.


Casa familiar de antaño, del pueblo

con casas blancas y bajas.


Pan, leche fresca desde el umbral.

La penumbra y aliento frío en la garganta

de habitaciones sin puertas.


Y en el salón oscuro, la vieja toda enlutada

sentada en la mecedora.


Su reloj se había parado, sólo un susurro al hablar

y las profundas arrugas de la cara.


-¡anda a jugar al taller!


Taller familiar con olor a pino que se

moría en el olvido.

Para mi, todo un mundo a descubrir.

Pajarillos enjaulados y virutas en el suelo

de un ataúd que pudieron ser. Y la escalera

de piedra enmohecida que nunca supe a qué conducía.


Yo quería reencarnarme en ese hombre y

sentirme parte de mi imaginación.

Porque yo siempre estaba solo, ¿solo?

Era un niño igual que yo el que me acompañaba en mi silencio

vivido que encerraba aquella casa. Es el hombre mismo

hecho conmigo “el que camina a mi lado sin yo verlo”


Enrique Adrados Maestre. Salzburg, 21 de octubre de 2005

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