jueves, 22 de noviembre de 2007

El cambio clímático

Somos los hijos de la Roca Madre,

La Roca excelsa. La prima, la omnipresente y la Verdad.

¡Divagad, fragmentos, escollos funestos, piedras infectadas,

arenas del desierto!

…y

¡Rodad cayendo, todas destruyendo canteras de mármol

y filones de acero!

¡inundad la cuenca,

oxidad la grava!

¡Y el viento, y el viento!

Remolinos secos, rojos, turbulentos.

Aquí llego, aquí vengo con velocidad de vertigo.

Atento contra minas secas, secas , secas y voy pudriendo.

Y no estoy solo, no soy el único,

No soy roca, soy un grano, un sedimento de arterias

Secas y escabrosas, al igual que todos. Y sigo rodando,

Y cayendo y al paso que caigo, sigo consumiendo,

Devastando,

Arrancando con el viento que es el medio.


Ayamonte, 1996 Enrique Adrados Maestre

No hay comentarios: